O el día en que Satoshi Nakamoto publicó su declaración técnica en contra del sistema financiero.

El whitepaper de bitcoin fue publicado el día 31 de octubre de 2008, en plena crisis financiera. El título “Bitcoin: A Peer-to-Peer Electronic Cash System”. Hacía solo un mes que Lehman Brothers y Merryl Lynch notificaran su bancarrota. El gobierno de los Estados Unidos ponía todo su esfuerzo para realizar el mayor rescate a los bancos de la historia hasta el día de hoy. Este rescate significó utilizar el dinero público para remediar el caos al que la industria financiera había arrastrado al mundo por pura codicia.

Dentro de las páginas electrónicas de este manifiesto se encuentra la clave para entender la tecnología blockchain y por qué es uno de los instrumentos más radicales de la historia de la humanidad. Aquí tomaremos algunos de los puntos clave de este documento para explicar sus implicaciones políticas, económicas y sociales.

La columna vertebral de bitcoin

Satoshi dice:

“Lo que se necesita es un sistema de pagos electrónico basado en pruebas criptográficas que reemplace el modelo basado en confianza, permitiendo a cualquiera dos interesados realizar transacciones directamente entre ellos sin la necesidad de una tercero de confianza.”

Esta característica es la naturaleza fundamental de la tecnología blockchain: la capacidad de crear un algoritmo que determine la legitimidad de una transacción cualquiera basado en pruebas puramente criptográficas.

Un poco de contexto: la banca tradicional

Veamos de forma simple la forma en que la banca tradicional funciona. Cuando realizas un pago a un tercero a través de un sistema electrónico, aquel que se encarga de la gestión de esta transacción (el banco) tiene que asegurarse de varias cosas:

1. Estar seguro de que los fondos que se transfieren están realmente en la cuenta del emisor.
2. Asegurarse de que los fondos en cuestión no estén siendo procesados para realizar un segundo pago, es decir, que no sean gastados dos veces (doble spending problem).
3. Garantizar que una vez aprobada la transacción y acreditados los fondos al destinatario, no haya ningún tipo de devolución al emisor, es decir, que el emisor pierda todo derecho a reclamar esos fondos.

La banca tradicional tiene distintos modos de resolver estos problemas, algunos de ellos son más simples, otros mucho más lentos y complicados.

Si tanto el emisor como el receptor poseen cuentas bancarias en el mismo banco, la autorización se resuelve modificando los balances internos de las cuentas. Cuando el emisor y el receptor pertenecen a bancos distintos, éstos necesitan un recurso para validar que el emisor tenga los fondos y solo después de que son deducidos de la cuenta del emisor, acreditarlos al receptor, requiriendo un quinto autorizado para resolver las transacciones interbancarias: emisor, receptor, banco emisor, banco receptor y entidad que garantice la validez entre balances interbancarios.

En términos simples, el último “tercero autorizado” terminará siendo el gobierno o gobiernos que garanticen la validez de transferencias entre entidades bancarias.

Al igual que cuando vamos al supermercado y utilizamos una tarjeta de crédito, el tercero autorizado es la entidad bancaria que a su vez utiliza un servicio como visa o mastercard para garantizar la validez de transacciones.

Algunos problemas con el sistema bancario tradicional

A lo largo de la historia podemos encontrar numerosos ejemplos de alguno o varios de los siguientes excesos cometidos por bancos y terceros autorizados en general:

1 Prohibición de retiros en cuentas de ahorros (Argentina 2001, Grecia 2015)

2 Perdida total o parcial de ahorros debido a bancarrota.

3 Políticas depredativas de parte de las instituciones emisoras de deuda.

4 Rescates bancarios

De los anteriores, quizá uno de los problemas más graves es el último, el rescate bancario que ha ocurrido en repetidas ocasiones a lo largo del mundo.

En el contexto de Satoshi Nakamoto, el mismo mes en que se publicó el whitepaper, el senado de los Estados Unidos aprobó el rescate bancario por un monto total de 700,000 millones de dólares. Por su parte, Reino Unido se sumó al rescate inyectando 850,000 millones de euros destinados al mismo propósito: la compra de activos basura (diseñados por los bancos) para evitar la quiebra bancaria internacional.

Ahora, qué significa rescate bancario y qué representa la desaparición de los bancos en este contexto.

Activos financieros y otras quimeras bancarias

El riesgo de la desaparición de los bancos es consecuencia de la creación de los derivados financieros y la especulación a la cual recurren para generar ganancias, en caso de caer en bancarrota la ley determina que el primero a quien deben cubrir responsabilidades es a sus acreedores, es decir, a quien le deben derivado de contratos de compraventa de activos y derivados financieros, es decir, la deuda que deben pagar a otros bancos y a especuladores del mercado.

CDO’s

En el caso de la crisis financiera de 2008, los deudores son en realidad aquellos que realizaron solicitudes de préstamos especialmente para la compra de bienes raíces. Los bancos tomaron esta deuda emitida por ellos y crearon los instrumentos financieros llamados CDO’s (Collateralized Debt Obligation). Llanamente esto significa empaquetar la deuda en paquetes y catalogarlos como excelentes prestamos (AAA), buenos prestamos (A), prestamos regulares (BBB), y malos prestamos (BBB).

Al final, estos CDO’s fueron vendidos y algunos más fueron creados, llamados CDO’s sintéticos, lo que equivale a meter un montón de CDO’s en un nuevo paquete, estos CDO’s provienen de todas las bolsas, y al estar diversificados estos son catalogados nuevamente como AAA. Algunos de ellos, fueron llamados “CDO’s Sintéticos al cuadrado”, es decir CDO’s sintéticos que contenían un monton de CDO’s sintéticos (Y continuaron sosteniendo que no había indicios de una crisis).

Cualquiera que comprara un CDO estaba comprando el derecho a colectar los pagos y el interés asociado. Sin embargo, los bancos compraron un montón de CDO’s basura derivado de la artificialidad e irresponsabilidad de estos.

En el momento en que la deuda cayó en impago, su valor colapsó y al colapsar, los balances de los bancos también colapsaron, pues eran los que habían prestado un montón de dinero que no tenían, es decir, dinero de los contribuyentes.

Bitcoin y blockchain unidos contra los CDO’s

Las criptomonedas, comenzando por el bitcoin, tienen la cualidad de que los activos reales no necesitan estar almacenados en ningún banco. Pueden estar almacenados en una memoria usb o simplemente en la nube, impidiendo a cualquier “tercero autorizado” a utilizar los fondos para realizar piruetas financieras.

La posibilidad de crear CDO’s deriva de la capacidad de prestar dinero (que el emisor posee realmente) y colateralizar el prestamo creando “activos” artificiales para venderlos como paquetes de inversión a terceros. Si los activos (los bitcoin) no están en posesión de ningún “tercero autorizado” no es posible para él emitir prestamos a expensas de ese dinero, sino que tienen que poseer su propio dinero para prestarlo. ¿no es así como deberían funcionar los préstamos?

Las cadenas blockchain nos proveen de la capacidad de colectar recursos en forma de bits y poder disponer de ellos en el momento que nosotros deseemos sin necesidad de solicitar autorización a ningún banco o gobierno, la red se encarga de autorizar con validez criptográfica, lo que nos permite asegurar que nuestros ahorros no estén siendo utilizados para operaciones dudosas o prestamos impagables.

Esto hace que la banca en general sea obsoleta en principio, pues es necesario antes reemplazar todo el sistema de intercambio desde el estado “usuario a banco-banco a banco-banco a usuario” a “usuario a usuario”, es decir “Peer to Peer Electronic Cash System”, o Bitcoin.

Disclaimers

Antes de avanzar, me gustaría establecer algunos puntos para delimitar los alcances de blockchain, pues aún cuando el sistema blockchain nos permite crear un sistema de intercambio electrónico más confiable que el tradicional, aún así hay muchas aristas al problema financiero en general:

1. La existencia y uso de blockchain de forma generalizada en la sociedad no garantiza que los portadores de criptomonedas no puedan ser víctimas de un bloqueo gubernamental que les impida gastar los activos en cuestión, pues los gobiernos ya tienen acceso a los llamados CBDC’s, que son activos criptográficos creados por los gobiernos que les permiten hacer lo mismo que llevan haciendo 55 años, desde la eliminación del patrón ORO en el dólar americano (hay muchos ejemplos anteriores al dólar de los cuales no hablaremos aquí): imprimir dólares, inyectar dólares al mercado, devaluar la moneda, rescatar bancos y eliminar a todo aquel que se oponga en el proceso.
2. Bitcoin tiene un origen épico, con antecedentes punks y una motivación moral impecable. Aún con todo eso es posible que bitcoin se convierta en un enemigo de la libertad. Es poco probale, sin embargo, que devenga en su antítesis. Mi apuesta es que algún día, quizá en un par de años o décadas, su existencia y código quede cristalizada de tal forma que nadie pueda alterar su esencia, pero al día de hoy es todavía posible corromper su naturaleza radical en un elemento de control más.
3. El juego de la lotería de memes y la especulación en criptomonedas es peligroso y hay que tratarlo con mucho cuidado. La bolsa ha dejado en la calle a muchos de las mejores mujeres y hombres; las criptomonedas son aún mas despiadadas que todos los activos financieros inventados hasta el día de hoy y es un juego que hay que tomar con la mayor cautela.
4. La existencia de blockchain no crea una sociedad perfecta en automático. Somos nosotras y nosotros los que tenemos que encargarnos de utilizar blockchain de forma responsable para crear una sociedad más justa e imposibilitar la capacidad de los grandes poderes de meterse con nuestra riqueza, la riqueza del pueblo y de todos aquellos que están a sus expensas.

A casi 15 años de la existencia de Bitcoin

Las alarmas de recesión se escuchan todos los días. La guerra mediática, los bots, las elecciones, los memes, los motores de búsqueda, los blogs, los periódicos, coca cola, gucci, tesla, apple, microsoft y toda esa clase está luchando por captar nuestra atención.

El estado del libre mercado, la mercadocracia, oligarquía, plutocracia y compañía se reúnen todos los días en Oxford, Harvard, Cambridge, Standford, el MIT, princeton, Berkeley, Hong Kong, Paris, Berlín, Buenos Aires, la Ciudad de México y hasta en la Habana analizando la mejor forma de explotar nuestros músculos, nuestra mente y sangre. Es hora de resistir, de forma organizada, a través de todas las tecnologías y herramientas a nuestra disposición para reestablecer el orden mundial.

Hoy hay una crisis bancaria y los gobiernos están cada vez más atentos a nuestros pasos. Es momento de resistir la embestida del gran leviatán: el estado y sus compinches.